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La relación entre México y Europa se caracteriza por sus lazos históricos de amistad, lo que ha permitido construir un diálogo político franco, promover intercambios económicos, e impulsar la cooperación en temas de interés común a nivel bilateral, regional y multilateral. Actualmente, México mantiene una asociación estratégica con siete países europeos: Alemania, España, Francia, Italia, Rusia, Reino Unido, Turquía, y la Unión Europea (UE).

Con los datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, sabemos que México tiene una amplia red de representaciones en Europa, dado que cuenta con 26 embajadas, 54 consulados y una Oficina de Enlace en Estrasburgo, mientras que en territorio mexicano hay 30 embajadas de países europeos y una delegación de la Unión Europea. En particular, la relación entre México y la UE destaca por su gran marco de diálogo político, su Acuerdo Global vigente desde el año 2000, su asociación estratégica desde 2009 y los temas de interés mutuo en diversos foros multilaterales.

Respecto a los intercambios económicos, los datos de la Secretaría de Economía afirman que el comercio total entre México y la UE fue de 39,145 millones de dólares a junio de 2022, posicionándose como el tercer socio comercial después de Estados Unidos y China. Mientras que la inversión extranjera directa (IED) acumulada de 1999 a junio de 2022 fue de 186,240 millones de dólares, lo que equivale al 27.9% de la IED total recibida por México, lo que nos permite afirmar que es el segundo inversionista de nuestro país.

La relación bilateral entre México y la UE se debe gracias al Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación, conocido como Acuerdo Global, que fue suscrito en 1997 y se encuentra vigente desde el 2000, el cual además de tratar los temas de libre comercio, también abarca el diálogo político y la cooperación. En este sentido, después de 15 años, México y la UE tomaron la decisión de modernizar el Acuerdo Global, cuyas negociaciones dieron inicio en 2016, con el objetivo de adecuarlo a los retos políticos y económicos del Siglo XXI. De acuerdo con la Delegación de la UE en México, en 2018 se alcanzó un acuerdo, pero fue en abril de 2020 cuando finalizaron las negociaciones.

La Secretaría de Relaciones Exteriores ha afirmado que son múltiples los beneficios del Acuerdo Global, ya que establece un marco jurídico sólido para un diálogo político reforzado, una cooperación para el desarrollo más eficaz, así como un comercio y una inversión reforzados, entre otras razones. La modernización del Acuerdo Global iba por buen camino hasta que se presentó un debate sobre la estructura del mismo, es decir, una posible división del acuerdo. Como sabemos, su importancia se debe a que es único por abarcar tres ámbitos fundamentales de la relación bilateral, es por ello que el gobierno mexicano optó por mantener la estructura que se acordó hace más de 20 años.

De acuerdo con la reciente declaración de la Ministra Jennifer, Directora General de Planeación Político y G20 de la Subsecretaría de Relaciones Exteriores y Encargada de la Dirección General para Europa, en el Conversatorio sobre la Actualidad en las Relaciones entre México y la Unión Europea en el Instituto Matías Romero, el pasado 30 de mayo de 2023, las partes pudieron llegar recientemente a un acuerdo, no obstante, con los diversos cambios en la legislación mexicana se está evaluando el escenario más eficiente para salir adelante.

Lo que sigue es la firma del acuerdo, contar con la aprobación del Parlamento Europeo y finalmente pasarlo a su adopción y ratificación. El camino es largo, pero se deberá acelerar el proceso, pues el 2024 será un año con muchos cambios, ya que habrá elecciones presidenciales en México, y elecciones parlamentarias, del 6 al 9 de junio, para elegir a los 705 eurodiputados y renovar a los titulares de las principales instituciones europeas.

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Desde el inicio de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, las relaciones entre México y Europa poco a poco se han enfriado, llegando al punto en el que el actual presidente mexicano, sugirió “pausar” la relación con España y calificar a los integrantes del Parlamento Europeo como “borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación”. Por ello, es imperante analizar el impacto sustancial de las declaraciones del jefe de Estado mexicano en la imagen de México en el exterior y la conducción de su política exterior.

El 09 de febrero en su conferencia matutina, el presidente mexicano sugirió poner pausa a las relaciones con el gobierno de España, considerando que, en sexenios pasados hubo “saqueos” por parte de empresas energéticas españolas. En su momento dicha declaración causó incertidumbre en los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales. El Titular del Ejecutivo no dio una instrucción precisa de cómo, cuándo y por cuánto tiempo se pondría en “pausa” la relación bilateral. Sin mayor trascendencia política en las relaciones entre ambos países, el 08 de marzo de 2022, el Senado mexicano en apego a sus facultades plasmadas en el artículo 76 de la CPEUM en materia de política exterior, ratificó al político Quirino Ordaz Coppel, como Embajador de México ante España. A pesar de las implicaciones políticas de su nombramiento, su labor en ese país será fortalecer la ya débil relación entre ambas naciones y mediar entre la postura que el mandatario mexicano tiene hacia ese país así como velar por los intereses de México en el exterior.

Aunada a esta fuerte declaración que impactó la política exterior del gobierno en turno hacia el continente europeo, el Presidente López Obrador arremetió nuevamente contra Europa. En esta ocasión la crítica fue hacia el Parlamento Europeo, después de que el pasado 10 de marzo, haya aprobado una serie de resoluciones, entre ellas una sobre violaciones a derechos humanos en México. Vale la pena mencionar que la resolución aprobada por el órgano europeo tomó como base la declaración de la Unión Europea, Noruega y Suiza del 15 de febrero de 2022 sobre el asesinato del periodista Heber López Vásquez y la declaración conjunta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y del representante para México de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas del 28 de enero de 2022 condenando el asesinato de María de Lourdes Maldonado Lopez. Es decir, los parlamentaristas europeos han sido recurrentes en el tema, y en los debates sostenidos exhortaron al gobierno mexicano frenar la violencia contra periodistas y activistas en derechos humanos.

En su respuesta, el mandatario mexicano envió un comunicado que descalifica a los parlamentarios europeos. Lamentó que se “sumen como borregos: a la estrategia reaccionaria y golpista” de todos sus opositores, de su proyecto de gobierno y de la Cuarta Transformación. Un día después de haberse hecho pública la carta, el Ejecutivo, en su conferencia matutina, señaló la resolución del Parlamento como una “resolución calumniosa” e injerencista en la política mexicana.

Para entender de mejor manera el fondo de la carta de respuesta del presidente López Obrador, se debe destacar que desde su campaña presidencial, declaró que la mejor política exterior es la política interior, definiendo así que el interés nacional de su gobierno es atender cuestiones internas como el combate a la corrupción y la disminución de la pobreza sin gran interés en el ámbito internacional. Por consiguiente, no es de extrañarse las declaraciones que el mandatario mexicano ha hecho hacia el exterior. Sin embargo, dichos mensajes tienen un peso e impacto en el sistema internacional, disminuyendo así la capacidad de negociación internacional del Estado mexicano. Resalto que la firma y ratificación de la modernización del Acuerdo Global con la Unión Europea está pendiente desde el 28 de abril de 2020, fecha en que se concretó la negociación de este instrumento jurídico.

A diferencia de otros tratados de libre comercio, el distintivo del Acuerdo Global es la inclusión de la “cláusula democrática”. Con ella se tiende a buscar la paz y el respeto de los derechos humanos entre las naciones firmantes, tanto en su interior como en el ámbito internacional. Dicha cláusula se encuentra vigente en el actual TLCUEM. Por lo que es necesario precisar que, en el punto 12 de las recomendaciones del Parlamento Europeo se “Subraya la relevancia de México como socio estratégico”, y a través del Acuerdo Global UE-México modernizado se busca reforzar aún más las disposiciones en materia de derechos humanos permitiendo a la Unión Europea y a México debatir distintas cuestiones, entre ellas “los derechos humanos, con la sociedad civil, incluidos periodistas, defensores de los derechos humanos y otros interlocutores a escala multilateral.” En otras palabras, existe un marco jurídico vinculante que ambas partes acordaron cumplir y respetar. En el TLCUEM quedó plasmada la voluntad actual del Estado mexicano de fomentar una cultura de respeto a los derechos humanos, principalmente desde el ámbito jurídico. Todavía está por determinarse el impacto que tendrá la declaración presidencial en el avance o estancamiento del Acuerdo.

No obstante, e independientemente de la forma en que López Obrador redactó su respuesta al Parlamento Europeo, es fundamental mencionar que la carta no pasó por la Secretaría de Relaciones Exteriores ni del cuerpo diplomático mexicano. Esta decisión alude a que su objetivo no era diplomático, sino político. El presidente López Obrador ha enfrentado una serie de ataques en los últimos meses que han disminuido su aprobación. Por consiguiente, ha utilizado la provocación internacional para desviar la atención de los mismos. La disputa con el gobierno de Austria para traer el penacho del antiguo emperador mexica, Moctezuma a territorio nacional, la problemática en torno al nombramiento de Pedro Salmerón como posible embajador de México ante Panamá y como ya mencioné anteriormente, la supuesta “pausa” en las relaciones diplomáticas con España son ejemplos de cómo el mandatario mexicano ha caído en la provocación con el extranjero.

El presidente López Obrador resaltó, en una declaración posterior a su comunicado, tener la facultad constitucional de dirigir la política exterior, en apego al artículo 89, fracción X de la CPEUM. Con base en ello, es probable que ante futuros embates hacia su figura y gobierno, el mandatario mexicano siga utilizando estos espacios para crear tensiones con las naciones extranjeras. Sin embargo, estas consideraciones subrayan que estará en la Cancillería mexicana y su cuerpo diplomático, en especial el Servicio Exterior Mexicano, fortalecer la capacidad de negociación internacional mediante estrategias claras en apego al proyecto de nación así como en su excelsa tradición diplomática de defender a México en el exterior.

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