Hablar de la relación entre México y la República Popular China (en adelante China), implica remembrar los esfuerzos que ambas naciones han celebrado desde 1972, cuando el entonces presidente mexicano Luis Echeverría Álvarez y su homólogo en China, el presidente Mao Zedong, decidieron sumar esfuerzos y formalizar las relaciones comerciales de estos países.
El vínculo ha sido fructífero. México, como muchos otros países, ha consolidado su comercio exterior, con un énfasis particular en China. Esto puede observarse por ejemplo a través de la balanza de pagos que muestra un resultado deficitario que evidentemente responde a la incesante actividad comercial con este país. Sin embargo, del otro lado, China presume un superávit frente a México. En este sentido, las lecciones no se hacen esperar, tal es el caso de Faure y Fang, quienes desde 2008 atribuían el superávit de China a las tazas de ahorro, el bajo nivel de consumismo y en general al autocontrol de la población China.
Por su parte México, en su lucha de diversificación de mercados, ha presentado un acercamiento a Asia, en donde la jugada se ha tornado en mucho comprar y poco vender. La bandera deficitaria para México corresponde a China, que lo convierte en su tercer socio comercial, solo debajo de Estados Unidos y Canadá.
Traducido en porcentajes, en 2019 las exportaciones de México hacia China fueron de un 1,85%, superado por Canadá con un 4,43% y Estados Unidos que típicamente tiene la delantera con un 75,1%. Por otro lado, la procedencia de las importaciones mexicanas tiene una correlación directa con Estados Unidos ocupando un 54,4%, mientras que China avanza al segundo lugar con un 14,4% del total, al que claramente se puede atribuir el déficit de la balanza de pagos de México con China (OEC, 2022).
Sobre el tintero hay buenas intenciones en la relación de estos dos países, ya que se prevé seguir fortaleciendo la comercialización y las inversiones. Adicional a esto, México debería observar y aprender del sistema de innovación de China con el objetivo de desarrollar el propio. Un buen punto de partida sería identificar la estructura de las estrategias de planeación que presenta China, que entre sus principales características destaca 1) planeación a largo plazo, y 2) continuidad en los planes y evaluación de las metas con sus respectivas consecuencias sobre el incumplimiento de las mismas. Otro aspecto a destacar es el énfasis de China sobre la inversión extranjera directa que propicia la transferencia y derrama tecnológica, y por supuesto el desarrollo de las ciencias, mientras que México continúa centrado en el sector manufacturero como eje principal en la industria.
Estos escenarios auguran para ambos países una prolongación de la relación bilateral, extendida ya no solo hacia temas de importación y exportación de productos y servicios además de las inversiones, sino que se extrapola hacia otros campos como lo es la diplomacia científica y académica, en donde se presagia un fortalecimiento entre instituciones educativas que sin duda fomentarán un acercamiento muy enriquecedor para ambos países.
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Faure, G. O., & Fang, T. (2008). Changing Chinese values: Keeping up with paradoxes. International business review, 17(2), 194-207.
Observatorio de Complejidad Económica (10 de marzo del 2022). México. https://oec.world/es/profile/country/mex?latestTrendsFlowSelectorNonSubnat=flow1
Desde el surgimiento del Estado Mexicano, por cuestiones de cercanía geográfica e inmediatez, se buscó tener relaciones políticas y económicas con los Estados Unidos e incluso se creyó que sería un amigo y aliado natural. La historia probaría la gran equivocación en la que los padres de la patria primero y, después, los jefes de Estado se encontrarían. Lo cierto es que la vecindad significa tener intereses que a veces son semejantes y, la mayor parte de las ocasiones, antagónicos.
En cualquier caso, el hecho es que en el 2020 el principal socio comercial de nuestro país fue Estados Unidos, seguido por China y en tercer lugar la Unión Europea.1 Si hablamos de la inversión extranjera directa (IED) en el mismo año, el resultado es el mismo con Estados Unidos a la cabeza, después España, Canadá y Alemania.2 Esta relación tan estrecha en términos económicos profundiza nuestra dependencia hacia los estadounidenses y la desigualdad en la compleja relación bilateral.
La vecindad de México con Estados Unidos no se puede cambiar, lo que si podemos hacer es buscar el equilibrio a través de nuestra posición geográfica estratégica y la diversificación. Los indicadores dan señales de que esto es posible, a nivel mundial fuimos el décimo quinto país receptor de IED en 20193, el onceavo exportador a nivel global y las exportaciones mexicanas en América Latina representaron el 43.6% del total de la región.4 Por si esto fuera poco, tenemos once tratados de libre comercio con 46 países, lo que otorga facilidades para que los productos mexicanos accedan a mercados internacionales, que en su totalidad significan el 60% del PIB mundial.5
Si en la época de la colonia, España comerciaba con Asia a través de sus dos principales colonias que fueron la Nueva España y Filipinas, ahora contamos con herramientas que facilitan el intercambio económico con todo el orbe. Además de los datos duros arriba presentados, los avances en tecnología y comunicaciones permiten desplazar los productos y servicios de una manera más rápida y eficiente, la interconectividad ayuda a que en cualquier rincón del planeta se conozca el potencial de México.
Lo que se necesita son políticas públicas que promuevan la exportación y apoyo a productores mexicanos de todo tipo. Cabe señalar que no sólo a empresarios mexicanos de gran calibre o productores agrícolas consolidados que ya exportan, sino a los medianos/pequeños productores y artistas -mal llamados artesanos- de una gama infinita de obras en madera, textiles, cuero, metal y cerámica.
También es necesario que desde la Secretaría de Relaciones Exteriores se promuevan los tratados comerciales ya existentes, que de igual manera que se promociona el turismo, se haga con el potencial que tiene este país.
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Notas
1 SRE, Mexico and the European Union. Disponible en: https://globalmx.sre.gob.mx/index.php/es/relaciones-economicas/comercio-bilateral
2 UNCTAD, World Investment Report 2020. Disponible en: https://unctad.org/system/files/official-document/wir2020_en.pdf
3 Ibídem
4 Proyectos México Oportunidades de Inversión. Disponible en: https://www.proyectosmexico.gob.mx/por-que-invertir-en-mexico/economia-solida/potencia-comercial/
5 Ibídem
Desde el inicio del siglo XXI, el gobierno de la República Popular de China ha emprendido una serie de reformas con el objetivo de fortalecer a las distintas ramas que componen al Ejército Popular de Liberación, el brazo militar del Partido Comunista Chino que funge como las fuerzas armadas de ese país. Además de modernizar su armamento, invertir en el desarrollo de nuevos vehículos terrestres, marítimos y aéreos y reformar la estructura de las cinco ramas de servicio en las que se divide el Ejército Popular de Liberación1, en las últimas dos décadas se ha aumentado la capacidad de despliegue de las fuerzas armadas chinas tanto a nivel regional -en el este y sur de Asia- como alrededor del mundo.
La evidencia más clara de estos desarrollos se ha mostrado en el mar del Sur de China, en donde, desde inicios de la década de 2010, el gobierno de Beijing ha declarado que esta zona, históricamente, ha sido una bajo el control de su país.
El mar del Sur de China como un foco de tensión internacional
Además de que la situación en el mar del Sur de China ha enfrentado a la República Popular de China con sus vecinos en el sur y este de Asia2-quienes no están conformes con las acciones unilaterales que las fuerzas de Beijing realizan en esa zona-, el desarrollo de los islotes artificiales, la restricción a la libre navegación por este mar y las declaraciones de Beijing de que las incursiones extranjeras en esta zona podrían desencadenar un conflicto armado, es una situación que no ha pasado desapercibida para varios países fuera de la región. Mientras que en los últimos años de la segunda década del siglo XXI eran sólo los gobiernos de Estados Unidos y Australia los que reclamaban abiertamente el derecho de navegar estas aguas sin ninguna restricción, desde finales de 2020 otras potencias mundiales han declarado sus intenciones de actuar de forma directa en esta zona.
Ya sea a través de visitas de buena voluntad -como en el caso británico, quien anunció a finales de abril de 2021 que enviará a su nuevo portaaviones Queen Elizabeth en un recorrido alrededor del este y sur de Asia, lo cual implicará que dicha embarcación navegue por las aguas del mar del Sur de China-, una misión de reconocimiento en solitario -como lo propuesto por Alemania, cuyo Ministerio de Defensa declaró a finales de 2020 que enviaría una nave de su marina al este de Asia y posiblemente al mar de China Meridional- o con la realización de ejercicios navales conjuntos -como el planeado entre embarcaciones de la marina estadounidense, la armada francesa y las Fuerzas de Autodefensa Marítimas de Japón en y alrededor de una isla administrada por el gobierno de Tokio- muestran que la postura militar más activa de China y la complicada situación que ella ha provocado en los mares del sur de Asia poco a poco se está convirtiendo en un foco de tensión, ya no sólo de carácter regional sino a nivel mundial.
Análisis: ¿México es un país ajeno a esta situación?
Aunque el mar del Sur de China es una región geográficamente distante para nuestro país, las tensiones internacionales que están surgiendo en la zona no deben pasar desapercibidas para el gobierno mexicano. Estos problemas no sólo pueden generar un conflicto de carácter regional o internacional en Asia, sino que, en la búsqueda de aumentar la cooperación e interconexión con los países de la cuenca del Pacífico, embarcaciones y miembros de la Secretaría de Marina de México han participado en cuatro ocasiones en el ejercicio RIMPAC, organizado de forma bianual por Estados Unidos3, mostrando que la zona del Indo-Pacífico no sólo es una de interés para nuestro país, sino también ha servido para fortalecer a nuestras fuerzas armadas.
Lo problemático es que el tema de los conflictos en el mar del Sur de China es desconocido en México, pues nuestro gobierno, aprovechando la lejanía de esta región y el enfoque hacia Estados Unidos que nuestra política exterior ha manejado de forma tradicional, no ha emitido declaración alguna sobre esta situación, aunque ésta tiene la capacidad de desestabilizar una zona de gran importancia a nivel mundial.
La recomendación sería que tanto el gobierno mexicano como la Secretaría de Marina no ignoren los conflictos que se presentan en esta zona, no sólo para ayudar a fomentar dos de los principios normativos de nuestra política exterior -la solución pacífica de las controversias internacionales y la proscripción de las amenazas o el uso de la fuerza a nivel mundial-, sino, en el caso de nuestras fuerzas armadas, si buscan profundizar las buenas relaciones con sus contrapartes de la cuenca del Pacífico, no pueden ignorar este punto de tensión en el sur de Asia. No se propone que México intervenga de forma política o militar en este asunto, pero las instituciones de nuestro Estado no se pueden dar el lujo de ignorarlo.
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Notas
1 A inicios del siglo XXI existían sólo cuatro ramas de servicio de las fuerzas armadas chinas: las Fuerzas Terrestres del Ejército Popular de Liberación, la Armada del Ejército Popular de Liberación, la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación y el Segundo Cuerpo de Artillería, la sección encargada del mantenimiento y eventual despliegue del arsenal nuclear chino. En diciembre de 2015 la Comisión Central Militar estableció una nueva rama en el servicio, la cual actuaría en cuestiones cibernéticas y en un futuro, en el espacio exterior: Las Fuerzas de Apoyo Estratégico del Ejército Popular de Liberación. Al mismo tiempo, la Comisión Central Militar reconfiguró al Segundo Cuerpo de Artillería, convirtiéndolo en la Fuerza de Misiles del Ejército Popular de Liberación.
2 Los países que tienen acceso -y por ende reclamos legítimos- al mar del Sur de China son Brunéi, Indonesia, Malasia, Filipinas, la República de China (Taiwán), la República Popular de China y Vietnam. Además del reclamo por controlar esta zona marítima, el gobierno de Beijing mantiene disputas territoriales con los gobiernos de Vietnam -por el caso de las islas Paracel-, Filipinas -por el atolón de Scarborough- y con los otros países con presencia en el mar de China Meridional (con excepción de Indonesia) por las islas Spratly.
3 Es importante establecer que México ha sido invitado a participar en las ediciones de 2012, 2014, 2016 y 2018. En cada uno de estos ejercicios la Armada de México envió embarcaciones de nuestro país para que sus tripulaciones formaran parte y colaboraran con sus contrapartes de alrededor del mundo. Éstas fueron la nave de desembarco Usumacinta (participando en todos los ejercicios) y la embarcación de patrullaje Oaxaca -con un helicóptero AS565 Panther y un destacamento de infantes de marina- en el ejercicio RIMPAC 2014.
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Referencias
Chen, Dingding; Take Notice, Asia: China’s Military is Getting Leaner and More Lethal; publicado en The Diplomat el 01 de diciembre de 2015. Disponible en https://thediplomat.com/2015/12/take-notice-asia-chinas-military-is-getting-leaner-and-more-lethal/
Commander, U.S. Pacific Fleet; RIMPAC; Commander, U.S. Pacific Fleet, Estados Unidos, 2020. Disponible en https://www.cpf.navy.mil/rimpac/
Commander, U.S. Pacific Fleet; RIMPAC 2014. Participating Forces; Commander, U.S. Pacific Fleet, Estados Unidos, 2014. Disponible en https://www.cpf.navy.mil/rimpac/2014/participants/
Hirano, Ko; Japan and U.S. to Boost Defense Ties with Europe in Indo-Pacific; publicado en The Japan Times el 05 de enero de 2021. Disponible en https://www.japantimes.co.jp/news/2021/01/05/national/japan-us-europe-indo-pacific/
Johnson, Jesse; U.S. Sends Two Carriers to Disputed South China Sea; publicado en The Japan Times el 09 de febrero de 2021. Disponible en https://www.japantimes.co.jp/news/2021/02/09/asia-pacific/south-china-sea-us-carriers/
Kyodo News; Britain to Send Aircraft Carrier Strike Group to Waters Near Japan; publicado en The Japan Times el 6 de diciembre de 2020. Disponible en https://www.japantimes.co.jp/news/2020/12/06/national/britain-aircraft-carrier-japan/
Kyodo News; FOCUS: Japan, U.S. to Boost Defense Ties with Europe in Indo-Pacific; Kyodo News, Japón, 2021. Disponible en la página https://english.kyodonews.net/news/2021/01/bd4c2ed88514-focus-japan-us-to-boost-defense-ties-with-europe-in-indo-pacific.html
Kyodo News; Japan Hails U.K. Plan to Send Aircraft Carrier Group to Asia; publicado en The Japan Times el 15 de enero de 2021. Disponible en https://www.japantimes.co.jp/news/2021/01/15/national/japan-britain-aircraft-carrier/
Reuters; China Paper Warns of “Sound of Cannons” in Sea Disputes; Reuters, Estados Unidos, 2011. Disponible en https://www.reuters.com/article/us-china-seas/china-paper-warns-of-sound-of-cannons-in-sea-disputes-idUSTRE79O1MV20111025
Reuters; Queen Elizabeth Aircraft Carrier to Visit Japan on Maiden Deployment; publicado en The Japan Times el 27 de abril de 2021. Disponible en https://www.japantimes.co.jp/news/2021/04/27/national/hms-queen-elizabeth/
USCC; China Island Building in the South China Sea: Damage to the Marine Environment, Implications and International Law; U.S.-China Economic and Security Review Commission, Primera Edición, Estados Unidos, 2016. Disponible en https://www.uscc.gov/research/chinas-island-building-south-china-sea-damage-marine-environment-implications-and