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La paradiplomacia es el fenómeno de las relaciones internacionales que involucra a los gobiernos subnacionales, es decir, de regiones, estados, ciudades, provincias, municipios o gobiernos locales. Estos actores buscan establecer vínculos con otros actores internacionales con el fin de promover sus intereses, cooperar en temas comunes o influir en la agenda global. La paradiplomacia plantea una serie de cuestiones éticas que deben ser analizadas desde una perspectiva crítica y reflexiva. En este ensayo, se abordarán algunos de los principales desafíos éticos que enfrenta la paradiplomacia, tales como la legitimidad, la representatividad, la transparencia, la responsabilidad y la coherencia.

El mundo actual, cada vez más interconectado y globalizado, ha permitido una mayor interacción entre los diversos actores internacionales. Los gobiernos locales han conseguido mayor relevancia en las relaciones internacionales a través de su vinculación con el exterior en paralelo al Estado del que forman parte y han utilizado la paradiplomacia como herramienta para lograrlo. Dicha vinculación tiene múltiples objetivos y motivaciones, desde la defensa de la identidad y la autonomía, hasta la búsqueda de oportunidades económicas y sociales, pasando por la cooperación para el desarrollo y la resolución de conflictos. Sin embargo, ¿Qué criterios éticos guían la paradiplomacia? ¿Qué impacto tiene la paradiplomacia en el desarrollo de los pueblos y las naciones? ¿Qué desafíos y oportunidades plantea la paradiplomacia para el orden internacional?

Estas son algunas de las preguntas que se abordan en este ensayo, que tiene como objetivo analizar la relación entre ética, paradiplomacia y desarrollo. La ética se refiere al conjunto de principios y valores que orientan la conducta humana en función del bien común, la paradiplomacia se refiere a las acciones internacionales que realizan los actores subnacionales o gobiernos locales para promover sus intereses y cooperar con otros actores y el desarrollo se refiere al proceso de mejora de las condiciones de vida de las personas, tanto en el ámbito material como en el social, cultural y ambiental.

Este ensayo analiza cómo la ética influye en la paradiplomacia y cómo ésta contribuye al desarrollo. Se parte de la hipótesis de que la paradiplomacia puede ser un instrumento ético para el desarrollo, siempre que se base en el respeto a la soberanía nacional, la solidaridad internacional y los derechos humanos. Además de examinar algunos casos de paradiplomacia exitosa en diferentes regiones del mundo, como Europa, América Latina y Asia, y de identificar a los factores que favorecen o dificultan su práctica. Se concluye con algunas recomendaciones para fortalecer el papel de la paradiplomacia como agente ético del desarrollo.

La paradiplomacia

El término paradiplomacia fue acuñado por el politólogo canadiense Ivo Duchacek para referirse a las actividades internacionales de las provincias canadienses. Desde entonces, el concepto se ha ampliado para abarcar a cualquier actor subnacional que participe en la arena internacional de forma autónoma o coordinada con el gobierno central. Algunos autores distinguen entre paradiplomacia horizontal, que se refiere a las relaciones entre actores subnacionales del mismo nivel, y paradiplomacia vertical, que se refiere a las relaciones entre actores subnacionales y estados soberanos.

La paradiplomacia tiene varias ventajas para los actores subnacionales. En primer lugar, les permite defender sus intereses específicos y aprovechar sus potencialidades en ámbitos como el comercio, la cultura, el turismo, el medio ambiente o la cooperación para el desarrollo. En segundo lugar, les permite acceder a información, recursos y redes que pueden complementar o compensar las limitaciones del gobierno central. En tercer lugar, les permite proyectar una imagen positiva y diferenciada en el exterior, lo que puede reforzar su identidad y legitimidad internas.

Principales dilemas éticos de la paradiplomacia

La legitimidad se refiere al grado en que los actores paradiplomáticos tienen el derecho o la autorización para participar en la arena internacional. La legitimidad puede derivar de la constitución, la ley, el consenso social o el reconocimiento internacional. Sin embargo, también puede ser cuestionada por otros actores estatales o subnacionales que pueden ver la paradiplomacia como una amenaza a su soberanía, su unidad o su interés nacional. Por lo tanto, los actores paradiplomáticos deben justificar sus acciones y objetivos ante sus propios ciudadanos y ante la comunidad internacional. Por ejemplo, el caso de Cataluña, que ha desarrollado una intensa actividad paradiplomática en favor de su autodeterminación, ha generado una fuerte controversia con el gobierno central de España, que lo considera una violación de la constitución y de la integridad territorial.

La representatividad refleja los intereses, las demandas y las expectativas de sus sociedades; implica que los actores paradiplomáticos sean democráticamente elegidos, consultados y controlados por sus electores. Además, la representatividad involucra el respeto a la diversidad y la pluralidad de opiniones y grupos sociales dentro de sus territorios. Por lo tanto, los actores paradiplomáticos deben evitar el elitismo, el clientelismo y el sectarismo en sus prácticas diplomáticas. Por ejemplo, el caso de Quebec, que ha mantenido una amplia red de relaciones internacionales con otros países francófonos y con organizaciones multilaterales, ha buscado siempre el consenso social y político sobre sus prioridades y acciones paradiplomáticas.

La transparencia manifestada por los actores diplomáticos cuando hacen pública y accesible la información sobre sus actividades, decisiones y resultados en el ámbito internacional. La transparencia implica que los actores paradiplomáticos deben rendir cuentas ante sus ciudadanos y ante las instituciones nacionales e internacionales. Además, la transparencia implica que los actores paradiplomáticos deben facilitar el escrutinio y la evaluación de sus acciones y objetivos por parte de otros actores interesados o afectados. Por lo tanto, deben evitar la opacidad, la discrecionalidad y la manipulación en sus relaciones internacionales. Por ejemplo, el caso de California, que ha liderado una serie de iniciativas paradiplomáticas sobre el cambio climático y la cooperación para el desarrollo, ha publicado regularmente informes y datos sobre sus proyectos y logros en estos ámbitos.

La responsabilidad se refiere al grado en que los actores paradiplomáticos asumen las consecuencias de sus acciones y decisiones en el ámbito internacional. La responsabilidad implica que los actores paradiplomáticos deben respetar las normas, los principios y los valores del derecho internacional y de los derechos humanos. Además de que los actores paradiplomáticos deben contribuir al bienestar común y al desarrollo sostenible de sus propias sociedades y del mundo en general. Por lo tanto, deben evitar el egoísmo, el oportunismo y el cortoplacismo en sus estrategias diplomáticas. Por ejemplo, el caso de Escocia, que ha participado activamente en diversas redes y foros internacionales sobre temas como la educación, la salud o la igualdad de género, ha demostrado un alto grado de compromiso ético y solidario con las causas globales.

La coherencia alude al actuar de los paradiplomáticos cuando mantienen una línea de acción consistente y compatible con sus discursos y compromisos en el ámbito internacional. La coherencia implica, por un lado, que los actores paradiplomáticos alineen sus intereses y objetivos con los de sus respectivos estados nacionales y con los de la comunidad internacional. Por otro lado, implica que coordinen y cooperaren con otros actores estatales o subnacionales que compartan sus visiones y valores. Por lo tanto, los actores paradiplomáticos deben evitar la contradicción, la incoherencia y el conflicto en sus iniciativas diplomáticas. Por ejemplo, el caso de Flandes, que ha establecido una estrecha colaboración con el gobierno federal de Bélgica y con la Unión Europea en materia de comercio, cultura o seguridad, ha mostrado coherencia y complementariedad en su acción exterior.

Paradiplomacia: desarrollo, ética y cooperación

El desarrollo es uno de los objetivos principales de la paradiplomacia, tanto para los actores subnacionales que la practican como para los socios con los que se relacionan. La paradiplomacia puede facilitar el intercambio de experiencias, conocimientos, recursos y buenas prácticas entre entidades territoriales que comparten desafíos similares o que tienen potencialidades complementarias. Así, la paradiplomacia puede contribuir al fortalecimiento de las capacidades locales, al fomento de la innovación y la competitividad, y a la mejora de la calidad de vida de las poblaciones. Por ejemplo, la Red de Ciudades C40 es una iniciativa paradiplomática que reúne a más de 90 ciudades del mundo para colaborar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático. Sin embargo, también puede generar desafíos, como la competencia desleal, la fragmentación del orden internacional o la vulneración de los derechos humanos.

La ética es otro aspecto fundamental de la paradiplomacia, ya que implica una responsabilidad compartida de los actores subnacionales con el bienestar de la humanidad y el planeta. La paradiplomacia puede ser un medio para impulsar agendas globales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el cambio climático o la Agenda 2030 para las Ciudades. Además, la paradiplomacia puede promover valores como el diálogo, la solidaridad, el respeto a la diversidad y los derechos humanos, y la defensa de la paz y la democracia. Un ejemplo de esto es el Foro Global de Asociaciones Regionales (FOGAR), que agrupa a más de 30 organizaciones regionales que trabajan por el desarrollo sostenible, la cohesión social y la gobernabilidad democrática. La paradiplomacia puede ser una expresión de la responsabilidad global, de la solidaridad, del diálogo intercultural y del respeto a la diversidad. Pero también puede ser una fuente de conflictos, de injerencia, de hegemonía y de exclusión. Por ello, se requiere un marco ético que oriente la paradiplomacia hacia el bien común y el interés general.

La cooperación es el elemento que articula la paradiplomacia, ya que se basa en la construcción de redes y alianzas entre actores subnacionales y otros actores internacionales, como estados, organizaciones internacionales, sociedad civil o sector privado. La cooperación permite generar sinergias, complementariedades y beneficios mutuos entre los distintos niveles de gobernabilidad. La cooperación también implica un compromiso con el multilateralismo y el orden internacional basado en normas, puede estimular la cooperación multilateral, a través de redes o asociaciones de actores subnacionales; o bilateral, a través de acuerdos o convenios específicos. Puede potenciar la cooperación sur-sur, entre actores de países en desarrollo o emergentes, o norte-sur, entre actores de países desarrollados y en desarrollo. Un ejemplo de cooperación paradiplomática es el Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS), que apoya a las administraciones públicas subnacionales en el diseño e implementación de proyectos de cooperación sur-sur.

Por ejemplo, en Europa, la Unión Europea (UE) ha impulsado la participación de las regiones y las ciudades en sus políticas y programas, así como en sus relaciones exteriores con otras regiones del mundo. Esto ha permitido a los actores subnacionales europeos desarrollar una amplia red de cooperación e intercambio con otros actores subnacionales, tanto dentro como fuera de la UE, en temas como el medio ambiente, la cultura, la educación o la innovación. Esta paradiplomacia europea ha contribuido a reforzar la cohesión interna de la UE, así como su proyección externa como actor global.

En América Latina, la paradiplomacia ha sido un medio para que los actores subnacionales expresen sus demandas e intereses frente a los gobiernos centrales, muchas veces débiles o excluyentes. Regiones como Sao Paulo en Brasil, Antioquia en Colombia o Santa Cruz en Bolivia han desarrollado una intensa actividad internacional para promover su desarrollo económico y social, así como su autonomía política. Al mismo tiempo, han establecido vínculos de cooperación con otras regiones latinoamericanas o de otros continentes, especialmente en el marco de organizaciones regionales como el Mercosur o la Comunidad Andina.

En Asia, la paradiplomacia ha sido un instrumento para que los actores subnacionales se adapten a los cambios geopolíticos y económicos que vive el continente. Así, ciudades como Shanghái en China, Tokio en Japón o Singapur han aprovechado su potencial económico y financiero para posicionarse como centros globales de negocios e innovación. Al mismo tiempo, han establecido alianzas estratégicas con otras ciudades asiáticas o de otras regiones del mundo, especialmente en el ámbito de la integración regional asiática o del comercio internacional. Estos casos muestran cómo la paradiplomacia puede tener un impacto positivo en el desarrollo de los actores subnacionales y sus sociedades, siempre que se realice con criterios éticos y respetuosos con el orden internacional.

Desafíos

La paradiplomacia también tiene algunos inconvenientes y riesgos. En primer lugar, puede generar conflictos o contradicciones con la política exterior del estado al que pertenecen los actores subnacionales, lo que puede afectar a la coherencia y la credibilidad del país. En segundo lugar, puede suponer una carga financiera y administrativa para los actores subnacionales, que deben contar con personal calificado y recursos suficientes para gestionar sus actividades internacionales. En tercer lugar, puede exacerbar las tensiones o rivalidades entre los actores subnacionales o con el gobierno central, especialmente si hay aspiraciones separatistas o autonomistas.

La paradiplomacia ha experimentado un auge en las últimas décadas, debido a factores como la globalización, la regionalización, la descentralización, la democratización y la digitalización. Algunos ejemplos de casos exitosos de paradiplomacia son: la participación de California en el Acuerdo de París sobre el cambio climático; la cooperación entre las regiones fronterizas de México y Estados Unidos en temas de seguridad, migración y desarrollo; la creación de redes de ciudades como C40 o Metropolis para abordar los desafíos urbanos o la diplomacia cultural de Barcelona o Quebec.

No obstante, también hay ejemplos de casos fallidos o problemáticos de paradiplomacia: la interferencia de Rusia en los asuntos internos de Ucrania a través de Crimea; el intento fallido de Cataluña de celebrar un referéndum de independencia en 2017; la suspensión de la autonomía de Hong Kong por parte de China o la falta de reconocimiento internacional de Taiwán.

Conclusión

La paradiplomacia es un fenómeno complejo y dinámico cada vez más relevante en el mundo actual, que ofrece oportunidades y desafíos para que los actores subnacionales participen activamente en la construcción de un orden internacional más justo, sostenible e integrado que también requiere un análisis ético riguroso y profundo. Sin embargo, esta participación también implica una responsabilidad ética, que debe basarse en los principios y valores universales que rigen el comportamiento humano.

Es necesario fomentar el diálogo y la coordinación entre los actores subnacionales y los gobiernos nacionales, para evitar conflictos o duplicidades en la acción internacional. Asimismo, se propone impulsar la cooperación y el aprendizaje mutuo entre los actores subnacionales de diferentes regiones del mundo, para compartir experiencias y buenas prácticas en temas de interés común. Finalmente, se sugiere promover la participación y el empoderamiento de la sociedad civil en la paradiplomacia, para garantizar su legitimidad y transparencia, así como su contribución al desarrollo humano y sostenible.

En este ensayo, se ha demostrado que existe una sinergia positiva entre ética, paradiplomacia y desarrollo, que puede potenciarse mediante una acción coherente, transparente, respetuosa y cooperativa de los actores subnacionales en el ámbito internacional. Es necesario establecer mecanismos de coordinación y cooperación entre los distintos niveles de gobierno para aprovechar los beneficios y evitar los riesgos de la paradiplomacia, de esta manera, podrán contribuir positivamente a la construcción de un orden internacional más democrático, pacífico y solidario.

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La paradiplomacia o la diplomacia local llevada a cabo por las ciudades de un país se ha vuelto cada vez más importante en los últimos años, esto es por la creciente globalización, pero sobre todo por el acercamiento, colaboración y cooperación de ellas con otras ciudades o instituciones extranjeras o incluso organismos internacionales en ámbitos culturales, económicos, turísticos, entre otros. Este aumento en la participación de las entidades federativas es parte de la interdependencia entre ellas, así como la apertura económica; por lo que, el gobierno de las ciudades se ha dado cuenta de la importancia que tiene la colaboración con otras ciudades para la promoción de exportaciones, importaciones, la atracción de inversión extranjera, el turismo y la cooperación sectorial y tecnológica. Derivado de lo anterior, es importante mencionar que no solo los estados de la República Mexicana pueden hacer paradiplomacia, sino que también los municipios e incluso las extintas delegaciones, ahora alcaldías, de la Ciudad de México, pueden llevarla a cabo.

Un ejemplo de una ciudad que cuenta con un sitio muy relevante a nivel internacional es la alcaldía Gustavo A. Madero, domicilio de la Basílica de Guadalupe, lugar católico emblemático donde suelen acudir los feligreses de México y de otros países, que de acuerdo con datos de El Economista se recibieron al menos 11 millones de peregrinos el 12 de diciembre de 2022 (Día de la Virgen de Guadalupe). Aunque, no es el único lugar relevante de la alcaldía debido a que cuenta con otros sitios atractivos para la promoción turística y económica, la Basílica es de los lugares que no debe faltar en el itinerario de un visitante internacional a la Ciudad de México. Por lo que el objetivo del presente ensayo es crear una estrategia para que la alcaldía Gustavo A Madero aproveche sus ventajas culturales, económicas e históricas para ser un lugar atractivo a nivel internacional.

La diplomacia local de los municipios o alcaldías en México

La “paradiplomacia”, “diplomacia local”, “acción exterior de los gobiernos locales” son las actividades realizadas por los gobiernos locales a nivel internacional y que son distintas a las realizadas por los gobiernos nacionales o centrales. En la literatura de la teoría de las relaciones internacionales, los primeros autores en usar el término “paradiplomacia” fueron Yvo Duchacek y Panayotis Soldatos. En 1992, México creó la Ley sobre la Celebración de Tratados (LCT), la cual faculta a los gobiernos locales para firmar acuerdos interinstitucionales, ya sea de hermanamiento o de cooperación específica (educativa, cultural, económica, deportiva) con sus similares extranjeros, cumpliendo con el procedimiento legal aplicable y registrarlos debidamente ante la Dirección General de Coordinación Política de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Algunos gobiernos estatales y municipales utilizan su acción exterior como una herramienta que les permite generar mayores oportunidades de desarrollo y de participación en los procesos de integración y globalización económica que tienen lugar hoy en día en la esfera mundial. Con esto, se busca establecer una visión en la que el propio municipio se conciba y visualice como un actor de la sociedad global, por lo que es necesario que las actividades previstas involucren e impliquen a los actores locales más relevantes: universidades y centros de investigación y de conocimiento, establecimientos de formación, empresas públicas, representantes empresariales, cámaras de comercio, asociaciones de productores, entre otros.

Ahora bien, para que la estrategia de internacionalización sea efectiva y se puedan encontrar socios estratégicos se deben de tomar en cuenta los siguientes aspectos: Análisis del contexto internacional; análisis del contexto interno; la elaboración de un perfil del gobierno local (en inglés y en los idiomas de los países con los que les interese vincularse), destacando de manera breve la historia del territorio, su situación geográfica, productiva, social, cultural, natural, entre otras características, es un elemento importante para promover internacionalmente al gobierno local; privilegiar las prioridades y vocaciones del territorio.

La estrategia de acción internacional debe de estar en consonancia con las metas y objetivos plasmados en el plan de desarrollo estatal y municipal, así como conocer el territorio para poder hacerlo atractivo para el mundo. Igualmente, es necesario tomar en cuenta las gestiones o esquemas de gobernanza pueden ser una buena práctica para algún estado o ciudad alrededor del mundo. Se debe crear una oficina de enlace, asignar recursos, generar alianzas con otros Estados o municipios, promoción, atracción territorial, organizar eventos internacionales con cobertura mediática especializada para dar visibilidad a la ciudad, pero no olvidar la creación de hermanamientos.

De acuerdo con la SRE, un acuerdo de hermanamiento “es un mecanismo de cooperación de un valor excepcional, porque pone en contacto, entre los países, no solamente a los dirigentes locales, sino a poblaciones enteras, considerando así a la cooperación intermunicipal mundial como un complemento natural de la cooperación de los estados…” Aunque existen muchas ciudades que son reconocidas internacionalmente por motivos culturales o artísticos, en el caso de la alcaldía Gustavo A. Madero, podría aprovechar que cuenta con la Basílica de Guadalupe, reconocida a nivel internacional, para poder atraer más el turismo y crear hermanamientos con otras ciudades que tengan un monumento emblemático donde se conjugue no solo la religión, sino la arquitectura y la gastronomía, por ejemplo, Santiago de Compostela, que es la capital de la región de Galicia en España, conocida como la ruta de peregrinación de camino del apóstol Santiago y donde se encuentran sus restos.

Por lo tanto, el gobierno de la alcaldía Gustavo A. Madero podría crear su estrategia de internacionalización a través de las preguntas: ¿Qué representa el territorio en el contexto internacional? ¿Qué imagen de la ciudad se quiere proyectar en el exterior? ¿Qué campos de excelencia y qué experiencias exitosas convendrían promocionar hacia fuera? ¿Cómo puede desarrollarse mejor el gobierno y su territorio teniendo en cuenta el entorno global? ¿Qué oportunidades externas conviene captar para mejorar la calidad de vida de la población? basándose en los atractivos con los que cuenta la demarcación y aprovechando el sitio donde se encuentra la Basílica.

Aunado a esto, el gobierno de la alcaldía en cuestión debe de tomar en cuenta la cooperación y colaboración con otros actores que son los sindicatos, líderes culturales y deportivos, cámaras empresariales y locales, sociedad civil organizada, academia, sociedad de migrantes. Con la creación de una oficina de asuntos internacionales se debe de llevar a cabo la promoción económica en el exterior, organización y coordinación de gobierno y otros funcionarios; coordinación de eventos internacionales, acuerdos interinstitucionales, acuerdos de hermanamiento, cooperación internacional descentralizada, vinculación y atención a la comunidad migrante, promoción turística, intercambio educativo, participación de organismos internacionales y siguiendo algunas recomendaciones que da la Secretaría de Relaciones Exteriores, la acción debe ser congruente con la política exterior; conocimiento de oportunidades y prioridades globales; priorizar el bienestar del ciudadano; gobernanza multinivel; diseño de un marco estratégico; colaboración multiactor; relaciones de solidaridad, complementariedad; vinculación internacional; comunicación efectiva; medir impacto y dar contenido financiero.

Con lo anteriormente mencionado se busca que los gobiernos locales interactúen con sus homólogos internacionales en el escenario mundial, siempre y cuando no olvidar que cada uno tiene su tamaño, características e intereses diversos.

Oficina de Asuntos Internacionales de Tlalnepantla de Baz, Estado de México. Experiencia base para la alcaldía Gustavo A. Madero

Los municipios en establecer la primera oficina internacional fueron en Tlanepantla y Celaya en 1996 y en la Ciudad de México, la alcaldía Azcapotzalco en 2019. De acuerdo con un estudio realizado por A. Schiavon en 2021, las oficinas de asuntos internacionales deben de contar con personas que manejen por lo menos un idioma, tengan una licenciatura acorde con las Relaciones Internacionales, asignación de presupuesto, vinculación con los diversos niveles de gobierno, sociedad civil, universidades, empresarios, así como tomar en cuenta la diversidad social, cultural, económica y las necesidades de las ciudades mexicanas.

Desafortunadamente no todas las ciudades cuentan con esas características, a muchas de ellas les hace faltan los recursos para ello, falta de interés de parte de los gobiernos, de capacitación y coordinación con el gobierno federal y estatal, vinculación con otro tipo de actores, y recursos humanos que ayuden a internacionalizar el lugar, por lo que no todas las ciudades de México tienen una acción exterior, como es el caso de la alcaldía Gustavo A. Madero.

Por lo anterior, se eligió el municipio de Tlalnepantla de Baz principalmente por dos razones: 1. Tiene una oficina de asuntos internacionales creada desde 1996 (por lo que se presume que tiene experiencia) y 2. Es colindante con la alcaldía Gustavo A. Madero, por lo que es más fácil que puedan crear acuerdos de hermanamiento y de cooperación, así como compartir experiencias. Lo que se busca con la internacionalización de la Alcaldía Gustavo A. Madero es que se beneficie de un crecimiento de sus actividades internacionales, crear una identidad y marca mundial, por razones culturales y económicas, así como identificar su perfil, prioridad y necesidad local, para definir quienes son los mejores socios internacionales para su avance y consecución.

De igual forma, aunque la Ciudad de México ya es considerada una “ciudad creativa” por la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO que se creó en 2004 para promover la cooperación hacia y entre las ciudades que identifiquen la creatividad como factor estratégico de desarrollo urbano sostenible, y que cubre siete ámbitos creativos: artesanía y artes populares, artes digitales, cine, diseño, gastronomía, literatura y música, la alcaldía podría entrar en la economía creativa ya que de acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), es un conjunto de actividades que engloban aspectos económicos, culturales y sociales, en el que interactúan con la tecnología, la propiedad intelectual y el turismo, generando por lo tanto; ingresos, creando empleos, promoviendo la inclusión social, la diversidad cultural y el desarrollo humano, aspectos que podría cumplir la Alcaldía y que se verán más adelante.

Tlalnepantla de Baz, Estado de México

Tlalnepantla de Baz es un importante destino donde los empresarios e industriales del país pueden llevar a cabo congresos, seminarios, conferencias, reuniones de trabajo y juntas de negocios, debido a su magnífica infraestructura turística. Tenayuca y Santa Cecilia Acatitlán son sus dos zonas arqueológicas y representan un verdadero hallazgo, pues muestran en sus pirámides el estilo “azteca” que posteriormente se usaría en el Templo Mayor en la Ciudad de México, está la Catedral de Corpus Christi, ejemplo del arte indígena en el decorado barroco y en el altar principal labrado en madera y recubierto en hojas de oro. En las afueras de la ciudad se encuentra la hermosa Hacienda de Santa Mónica del siglo XV, Palacio Municipal, los Centros Comerciales Mundo E y Plaza Tlane Fashion Mall. Esta localidad sirve de ejemplo de paradiplomacia para su vecino colindante la Alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México por las siguientes consideraciones:

• Cuenta con un Departamento de Asuntos Internacionales y Pasaportes dependiente de la Secretaría Particular de Presidencia.
De acuerdo con su reglamento interior en su artículo 33, menciona que sus facultades son:
• Auxiliar a la Presidencia Municipal en la tarea de fortalecer relaciones con instituciones, sociedades, organizaciones, organismos y personas de otros países.
• Crear políticas y estrategias institucionales de vínculos internacionales
• Promover la imagen y presencia del Municipio en el ámbito internacional
• Establecer vínculos con ciudades hermanas que reúnan características similares al Municipio, en países con los que México haya desarrollado relaciones de amistad y colaboración, con el fin de acceder a mercados e inversiones con proyección global
• Establecer, mantener y fomentar los vínculos entre el Municipio y organismos nacionales e internacionales en materia de cooperación internacional buscando captar recursos y asistencia técnica para proyectos locales
• Fungir como enlace con las diferentes instancias públicas y privadas para la atención de los asuntos relativos a la migración en el municipio.
• Dar asesoría a los migrantes y sus familias sobre temas migratorios
• Participar en la organización de eventos internacionales como congresos, foros, misiones comerciales, ferias y los demás que tengan como finalidad el mejoramiento del municipio.
Tlalnepantla de Baz sí cuenta con algunos Acuerdos Interinstitucionales como:
• Protocolo de Hermanamiento de los municipios de la Serena, Chile y Tlalnepantla de Baz (cultura y turismo), 13 de octubre de 2002 con vigencia indefinida.
• Hermanamiento entre Maanshan, China y Tlalnepantla de Baz (comercio, inversiones, negocios, turismo, educación, cultura), 15 de septiembre de 2008, vigencia indefinida.
• Acuerdo de Contribución Municipio de Tlalnepantla y el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT) (Proyecto “Talleres de Capacitación y construcción de capacidades”.), 2 de julio 2013, vigencia no especificada.

Alcaldía Gustavo A. Madero

La alcaldía Gustavo A. Madero es la segunda alcaldía más poblada de la CDMX (con un millón doscientos mil habitantes), colinda con el Estado de México y al sur con la Cuauhtémoc. Esta demarcación debe su nombre al hermano del expresidente Francisco I. Madero. En esta zona de la ciudad se encuentra el santuario más concurrido de todos: la Basílica de Guadalupe, al pie del Cerro del Tepeyac; además de la Calzada de los Misterios, nombrada así́ debido a los 15 monumentos construidos en representación de los misterios del rosario, y el antiguo Acueducto de Guadalupe. De acuerdo con el sitio Tripadvisor, las atracciones con las que cuenta la Alcaldía Gustavo A. Madero son:

• Basílica de la Virgen de Guadalupe
• Gorditas de la villa
• Capilla del Cerrito
• Capilla del Pocito
• Planetario “Luis Enrique Erro” del Instituto Politécnico Nacional

Lugares destacados de acuerdo con la guía oficial para visitantes de la Ciudad de México:

• Línea 1 del Cablebus: parte de Indios Verdes y se dirige hacia el extremo norte de la Ciudad. Aunque solían ser una zona de difícil acceso, gracias al Cablebús ahora el trayecto es ameno y seguro. Es un punto de vista privilegiado para contemplar la milenaria Sierra de Guadalupe, la cadena de montañas y volcanes extintos que conforman el límite norte de la Ciudad de México.
• Mercados públicos de la GAM.
• Pueblos originarios como: Pueblo San Juan de Aragón, Magadalena de las Salinas, Mercado de San Bartolo Atepehuacan, La preciosa Sangre de Cristo Cuautepec.
• Lindavista ha sido durante mucho tiempo uno de los grandes barrios comerciales de la Ciudad de México. Fue presentado por primera vez en la década de 1930 por Teodoro Gildred. Es lugar de varias plazas comerciales como Parque Lindavista; Parque vía Vallejo, Centro Cultural Futurama, San Cayetano Lindavista, Metro Lindavista, 18 de Marzo y Potrero.
• Zoológico y parque San Juan de Aragón.
• Sierra de Guadalupe, Cerro del Tenayo.

Propuestas de internacionalización para la alcaldía Gustavo A. Madero

Como se vio anteriormente en la descripción de los lugares atractivos de la Alcaldía, puede considerarse una internacionalización de ella, por lo que a continuación se mencionan algunas propuestas:

• Creación de una Oficina de Asuntos Internacionales
• Establecer una Comisión de Asuntos Internacionales dentro de la legislatura de la Ciudad de México para proporcionar una parte de los recursos de la Alcaldía para la operación de la oficina.
• Designar personal que cuente al menos con la licenciatura en Relaciones Internacionales, Negocios Internacionales, Derecho o Ciencia Política y que hable mínimo un idioma.
• Establecer mecanismos de coordinación con diversas instancias gubernamentales, sector privado (empresariado), académico y social (organizaciones de la sociedad civil) dentro del proceso de internacionalización, tanto en los procesos de planeación estratégica como de ejecución de la agenda internacional.
• Fomentar que las embajadas y los consulados de México incluyan dentro de sus actividades y responsabilidades la promoción de la internacionalización de la Alcaldía, no solo en su atractivo principal que es la Basílica de Guadalupe sino en los otros lugares mencionados. Con esto se ayuda a la promoción de sus exportaciones, atracción de IED y cooperación internacional con otras ciudades.
• Promover que el personal del Servicio Exterior Mexicano pueda ser comisionado para trabajar en la oficina de asuntos internacionales para fortalecer las relaciones con aliados estratégicos centrales a nivel global.
• Fortalecer las asociaciones, foros y mecanismo de diálogo y concertación en materia internacional entre gobiernos estatales y locales.
• Rendición de cuentas, para garantizar que sea una política pública que promueva el desarrollo económico y el bienestar a nivel local.
• Participar en la organización de eventos internacionales como congresos, foros, misiones comerciales, ferias y los demás que tengan como finalidad el mejoramiento de la Alcaldía.
Con lo descrito anteriormente, se puede iniciar una estrategia de internacionalización de la Alcaldía, para que no solo el atractivo turístico sea la Basílica de Guadalupe sino también el bosque, la zona de Lindavista con sus plazas comerciales, el establecimiento de grandes y pequeñas empresas, así como el mantenimiento de la Sierra para la práctica de diversos deportes como el ecoturismo y el establecimiento de mejores vías de comunicación.

Conclusión

La acción exterior de los gobiernos locales, entendida como la diplomacia local o paradiplomacia es cada vez mayor debido a la globalización y a las constantes interacciones de las ciudades en diversos ámbitos como el económico, cultural, turístico, lo cual conlleva a obtener reconocimiento, crear una imagen y sobre todo promoción y atraer inversiones a la ciudad. Es por esta razón que la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, al tener un atractivo turístico nacional e internacional, que es la Basílica de Guadalupe, puede promocionarse como una de las alcaldías más importantes de la Ciudad y que cuenta con otros atractivos que a mediano o largo plazo le ayudarían para la atracción de inversiones y mejoramiento de la zona.

Es importante destacar que la alcaldía puede llevar a cabo acuerdos de cooperación o basarse en lo que ha realizado el municipio de Tlalnepantla de Baz para poder crear su oficina de asuntos internacionales e iniciar con su estrategia de internacionalización y hermanamiento para que de esta manera pueda destacar entre las demás alcaldías de la Ciudad de México y ser una parada obligatoria para los gobiernos de otros países, ciudades, empresarios, y turistas.

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En el pasado, las relaciones internacionales habían sido asuntos tradicionalmente exclusivos del Estado-nación, al menos en lo que respecta a la seguridad y la defensa de la soberanía. Sin embargo, en los años setenta se da una “revolución transnacional” como la llamó Samuel Huntington. Nuevos actores de naturaleza no estatal surgen en el ámbito internacional y la frontera entre asuntos locales y exteriores se erosiona. Dan visibilidad a problemas reales y locales que de otra manera se quedaban sin atención de la diplomacia estatal.

De esta manera, la paradiplomacia surge y es definida básicamente como todas las actividades internacionales de los gobiernos subnacionales con una variedad de objetivos e intereses. Su principal motivo es la cuestión económica, la segunda es la cooperación descentralizada, y la tercera, cuestiones políticas y nacionalistas.

Las actividades internacionales llevadas a cabo por los gobiernos subnacionales están determinadas por factores internos y externos, tales como la globalización económica y la integración de bloques regionales de libre comercio y acuerdos internacionales que facilitan la inserción de unidades subnacionales a la economía global, o bien los factores político-institucionales que dependen de variable domésticas como el federalismo y la descentralización que les otorgan capacidades legales a las provincias para actuar en el ámbito internacional.

En el caso de Canadá, tiene como cabeza de gobierno a un primer ministro electo con un sistema parlamentario federal y las responsabilidades gubernamentales se dividen entre los gobiernos provinciales y federales. Las responsabilidades federales son responsabilidad de un sistema monárquico y de las ramas Ejecutiva, Legislativa y Judicial del gobierno. El federalismo de Canadá es el resultado de la integración de las provincias del Este y del Oeste, así como Nueva Brunswick y Nueva Escocia y en 1867 se constituye como una Monarquía democrática constitucional con un sistema parlamentario federal. Finalmente en 1982 se crea la Constitución de Canadá. Su diversidad cultural y lingüística siempre han definido a la sociedad Canadiense, siendo notables los francoparlantes en el área de Quebec y una población aborigen de aproximadamente el 3% del total de la población, los cuales se llaman a si mismo naciones y son consideradas como tal por el gobierno federal. También son notables las comunidades de inmigrantes italianos, griegos y chinos. Toda esta comunidad diversa esta contemplada mediante una política multicultural.

En cuanto a economía, todas las provincias canadienses son altamente dependientes del comercio internacional siendo las más activas Alberta, Ontario y Quebec con altos niveles de paradiplomacia que incluye misiones internacionales de comercio e inversiones, asociación con actores extranjeros, acuerdos con gobiernos nacionales e incluso el tener oficinas representativas en el extranjero. La negociación y firma de tratados internacionales es controlada por la rama ejecutiva del gobierno federal y el parlamento federal es el responsable de la implementación, pero las provincias han adquirido el poder establecer acuerdos internacionales.

Las provincias más activas tienen agencias, departamentos y oficinas para manejar su paradiplomacia: Quebec tienen el Ministerio de Relaciones Internacionales; Ontario tiene una Oficina de Relaciones Internacionales y Protocolo; Columbia Británica tiene una Secretaria de Relaciones Intergubernamentales; Nueva Brunswick el Departamento de Relaciones Intergubernamentales e Internacionales; otras provincias como Manitoba y Saskatchewan tiene oficinas mas pequeñas.

Las metas de cada una de las provincias en términos de relaciones internacionales son muy distintas. Las que son más dependientes del comercio internacional tienen mas incentivos para ser mas activas. En el caso de Ontario, tiene 56 misiones comerciales internacionales en alrededor de 20 países. Quebec tiene la mira en el lenguaje y la cultura con un alto nivel de paradiplomacia, habiendo firmado más de 550 acuerdos internacionales con 79 países, 300 de ellos aún efectivos, y una red de 28 oficinas distribuidas en 17 países. Busca reconocimiento y estatus buscando disasociarse de Canadá.

En el caso de Alberta, su involucramiento en la actividad internacional se da a principios de los años 70, cuando establece su primera oficina de asuntos internacionales en Tokio y su gobernador realiza varios viajes de representación a Japón en 1973, Estados Unidos 1976, URSS y Suecia en 1977. En 1972 ya había establecido un departamento especial para atender los asuntos internacionales. Promovían visitas tales como Margaret Thatcher, o la delegación soviética con Mikhail Gorvachov a su provincia.

De esta manera al día de hoy Alberta mantiene 16 oficinas en diferentes partes del mundo, tiene 10 programas de hermanamiento con gobiernos subnacionales, envía cerca de 400 misiones comerciales al año y recibe 140 en la provincia.

Las causas principales fueron la globalización y el increíble aumento en el mercado global e inversiones extranjeras que conlleva. La prosperidad de Alberta depende en gran medida del gas natural y del petróleo, es el tercer exportador mundial de gas detrás solo de Rusia y Noruega. Alberta posee 13% de las reservas de petróleo mundial, lo que hace que alrededor de 100 compañías energéticas de Alberta estén activas en cerca de 118 países. Sin embargo, bajo la presión de la misma globalización también ha tratado de diversificarse en la economía regional en áreas tales como telecomunicación, biotecnología, desarrollo de software. También tiene acuerdos en educación y cultura.

En los 70 se llevaban a cabo diversas negociaciones en el ámbito energético por parte del gobierno Federal, ante lo cual Alberta no podía quedar indiferente, por lo que durante una conferencia del GATT en Tokio, Alberta promocionó directamente los intereses de la provincia enviando sus representantes a Japón y presionando por diálogos respecto al petróleo y gas promoviendo a la vez la inclusión de Canadá en los mercados extranjeros, compensando así lo que Alberta consideraba una ineficiente defensa de sus intereses. A partir de ahí, la provincia promovió delegaciones regionales a diversos foros y abriendo oficinas en lugares estratégicos a sus intereses.

Es importante hacer notar un elemento muy importante que permitió el inicio de la paradiplomacia por parte de Alberta. En 1971 se da el cambio de gobierno y pasan de estar bajo el gobierno del partido Crédito Social, para estar bajo el gobierno del Partido Progresivo Conservador, Peter Lougheed, quién promovió activamente el involucramiento a nivel internacional. En la actualidad siguen con el mismo partido, y desarrollando la visión y el legado de Peter Lougheed en las relaciones internacionales.

En términos de legislación, la división de poderes entre el centro y las provincias estaba determinado por el Acta de Constitución de 1867, pero en realidad ha ido adaptándose a las necesidades del momento. Si bien no hay nada que autorice a Alberta a actuar internacionalmente, tampoco hay nada que se lo prohíba. Quebec fue la primera que dio el paso al desafiar las limitaciones impuestas por el gobierno federal y Alberta fue la segunda, pero a diferencia de Quebec, siempre manifestó que sus actividades solo eran un complemento a la política federal y actuando en armonía con ésta. La posición se sigue manteniendo en la actualidad. Su deseo no es de confrontación, solo buscan proteger sus intereses regionales y tener la capacidad de influir en las políticas energéticas.

Dentro de los retos actuales que enfrenta está el que su principal socio comercial en cuanto a petróleo es Estados Unidos, quién paga su petróleo más bajo que lo que paga a otras fuentes, lo que ha provocado que Alberta busque la diversificación de mercados volteando su mirada al sector agrícola y forestal, lo cual puede limpiar la imagen poco ecológica que actualmente tienen debido a la explotación petrolera y construcción de ductos, y a su rechazo a firmar el tratado de Kyoto, ya que todavía su principal actividad es el petróleo. Después de décadas de promoción en este sector deberá preparar a sus habitantes para esta necesaria diversificación, y prepararse para buscar nuevos acuerdos para un mercado que estaba enfocado principalmente en el sector energético.

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