Encuentro del presidente Enrique Peña Nieto con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. 2015. | Foto: Milenio
Para la formulación de toda política, ya sea interna o exterior, es necesario tener múltiples factores a considerar. Algunos de los más relevantes son el interés nacional, los objetivos de la política a implementar, el contexto interno y externo, las capacidades de acción del gobierno para conseguir sus objetivos y finalmente las acciones que se llevarán a cabo con el fin de alcanzar la meta previamente planteada como objetivo de la política.
Con base en este orden de ideas, el presente texto pretende hacer un breve, pero acertado análisis de los objetivos y las acciones realizadas en materia de política exterior, específicamente en la promoción cultural de México durante el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018). Para conseguir tal objetivo y como se mencionó en el párrafo anterior es menester el ver todos los elementos, pero ya aterrizados en lo que fueron el plan nacional de desarrollo y los informes de gobierno que anualmente se presentaron en el sexenio.
El interés central de un Estado es el de la auto conservación y autoayuda en una perspectiva realista. Por el tipo de temas a analizar se dará una aproximación en la teoría neoliberalista, que engloba las posibilidades de cooperación y ayuda mutua. Con esto en mente, el interés nacional de México en dicho sexenio era el de una mejora económica, de imagen y prestigio internacional. El objetivo básico del gobierno era “Promover el valor de México en el mundo mediante la difusión económica, turística y cultural” (marcado en el PND 2012-2018).
Por otra parte, el contexto tanto a nivel nacional como internacional no era el más favorable, recordando que, durante el sexenio previo de Felipe Calderón, se inició una “guerra contra las drogas”, desencadenando una ola de violencia, situación que perjudicaba la imagen y la capacidad de acción del Estado, al interior y al exterior, por ello es que era trascendental el poder hacer uso de una política exterior “amable” o suave usando conceptos de Joseph Nye en el soft power.
Las posibilidades de acción de un gobierno en una situación de conflicto interno contra delincuencia organizada se ven mermadas, pero a pesar de ello México cuenta con una gran historia, tradición y cultura para explotar, es por ello que sus niveles de acción no eran menores. Las acciones a desarrollar durante el sexenio, se centraron en un fortalecimiento de las representaciones en el exterior en materia cultural, sin dejar de lado sus principales obligaciones político-consulares.
Las acciones de difusión cultural, como una herramienta de poder blando para mejorar la imagen, prestigio e influencia de México en el mundo tuvieron dos escalas: la macro en la cual se pueden contemplar los años de México-Alemania, Las exposiciones de arte llevadas a grandes museos como el Louvre, Smithsonian, museo de Lima, Nagoya, etc. En contrapunto las pequeñas acciones se llevaban a cabo en las embajadas, como los eventos de promoción cultural gastronómicas y las ya tradicionales festividades mexicanas en fechas emblemáticas como son el 15 de septiembre, 20 de noviembre e inclusive el 5 de mayo (todo esto reflejado en los informes anuales de la SRE).
Se puede inferir que, de los datos proporcionados por los informes de gobierno y de la Secretaria de Relaciones Exteriores, las acciones de política exterior en materia cultural fueron exitosas. Este argumento toma como base dos principales razones: la primera es que se mejoró la relación México-Francia con la exposición de Kahlo y Rivera en el gran palais de París ya que en años anteriores se había cancelado el año de México en Francia y viceversa por un altercado internacional con el caso Florence Cassez. De tal manera, gracias a las buenas gestiones políticas y el poder suave, las relaciones se normalizaron.
El segundo motivo para decir que las acciones de política exterior tuvieron un éxito son los datos de turismo e IED durante el sexenio de EPN. Por parte del turismo se registró un alza de 23.4 millones de turistas internacionales a 41.4 millones para el final del mandato reportado por la Secretaria de Turismo y en términos de IED hubo un incremento de 4,316 a 11,323 nuevas inversiones durante el mandato de EPN. Estos datos son prueba de que la confianza e interés en México se mantenían aun existiendo los conflictos internos, una parte de esto se debe al éxito en la diplomacia cultural realizada en dichos años.