Paradiplomacia en la provincia de Alberta, Canadá

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Bandera de la provincia de Alberta | Imagen: The Globe and Mail

En el pasado, las relaciones internacionales habían sido asuntos tradicionalmente exclusivos del Estado-nación, al menos en lo que respecta a la seguridad y la defensa de la soberanía. Sin embargo, en los años setenta se da una “revolución transnacional” como la llamó Samuel Huntington. Nuevos actores de naturaleza no estatal surgen en el ámbito internacional y la frontera entre asuntos locales y exteriores se erosiona. Dan visibilidad a problemas reales y locales que de otra manera se quedaban sin atención de la diplomacia estatal.

De esta manera, la paradiplomacia surge y es definida básicamente como todas las actividades internacionales de los gobiernos subnacionales con una variedad de objetivos e intereses. Su principal motivo es la cuestión económica, la segunda es la cooperación descentralizada, y la tercera, cuestiones políticas y nacionalistas.

Las actividades internacionales llevadas a cabo por los gobiernos subnacionales están determinadas por factores internos y externos, tales como la globalización económica y la integración de bloques regionales de libre comercio y acuerdos internacionales que facilitan la inserción de unidades subnacionales a la economía global, o bien los factores político-institucionales que dependen de variable domésticas como el federalismo y la descentralización que les otorgan capacidades legales a las provincias para actuar en el ámbito internacional.

En el caso de Canadá, tiene como cabeza de gobierno a un primer ministro electo con un sistema parlamentario federal y las responsabilidades gubernamentales se dividen entre los gobiernos provinciales y federales. Las responsabilidades federales son responsabilidad de un sistema monárquico y de las ramas Ejecutiva, Legislativa y Judicial del gobierno. El federalismo de Canadá es el resultado de la integración de las provincias del Este y del Oeste, así como Nueva Brunswick y Nueva Escocia y en 1867 se constituye como una Monarquía democrática constitucional con un sistema parlamentario federal. Finalmente en 1982 se crea la Constitución de Canadá. Su diversidad cultural y lingüística siempre han definido a la sociedad Canadiense, siendo notables los francoparlantes en el área de Quebec y una población aborigen de aproximadamente el 3% del total de la población, los cuales se llaman a si mismo naciones y son consideradas como tal por el gobierno federal. También son notables las comunidades de inmigrantes italianos, griegos y chinos. Toda esta comunidad diversa esta contemplada mediante una política multicultural.

En cuanto a economía, todas las provincias canadienses son altamente dependientes del comercio internacional siendo las más activas Alberta, Ontario y Quebec con altos niveles de paradiplomacia que incluye misiones internacionales de comercio e inversiones, asociación con actores extranjeros, acuerdos con gobiernos nacionales e incluso el tener oficinas representativas en el extranjero. La negociación y firma de tratados internacionales es controlada por la rama ejecutiva del gobierno federal y el parlamento federal es el responsable de la implementación, pero las provincias han adquirido el poder establecer acuerdos internacionales.

Las provincias más activas tienen agencias, departamentos y oficinas para manejar su paradiplomacia: Quebec tienen el Ministerio de Relaciones Internacionales; Ontario tiene una Oficina de Relaciones Internacionales y Protocolo; Columbia Británica tiene una Secretaria de Relaciones Intergubernamentales; Nueva Brunswick el Departamento de Relaciones Intergubernamentales e Internacionales; otras provincias como Manitoba y Saskatchewan tiene oficinas mas pequeñas.

Las metas de cada una de las provincias en términos de relaciones internacionales son muy distintas. Las que son más dependientes del comercio internacional tienen mas incentivos para ser mas activas. En el caso de Ontario, tiene 56 misiones comerciales internacionales en alrededor de 20 países. Quebec tiene la mira en el lenguaje y la cultura con un alto nivel de paradiplomacia, habiendo firmado más de 550 acuerdos internacionales con 79 países, 300 de ellos aún efectivos, y una red de 28 oficinas distribuidas en 17 países. Busca reconocimiento y estatus buscando disasociarse de Canadá.

En el caso de Alberta, su involucramiento en la actividad internacional se da a principios de los años 70, cuando establece su primera oficina de asuntos internacionales en Tokio y su gobernador realiza varios viajes de representación a Japón en 1973, Estados Unidos 1976, URSS y Suecia en 1977. En 1972 ya había establecido un departamento especial para atender los asuntos internacionales. Promovían visitas tales como Margaret Thatcher, o la delegación soviética con Mikhail Gorvachov a su provincia.

De esta manera al día de hoy Alberta mantiene 16 oficinas en diferentes partes del mundo, tiene 10 programas de hermanamiento con gobiernos subnacionales, envía cerca de 400 misiones comerciales al año y recibe 140 en la provincia.

Las causas principales fueron la globalización y el increíble aumento en el mercado global e inversiones extranjeras que conlleva. La prosperidad de Alberta depende en gran medida del gas natural y del petróleo, es el tercer exportador mundial de gas detrás solo de Rusia y Noruega. Alberta posee 13% de las reservas de petróleo mundial, lo que hace que alrededor de 100 compañías energéticas de Alberta estén activas en cerca de 118 países. Sin embargo, bajo la presión de la misma globalización también ha tratado de diversificarse en la economía regional en áreas tales como telecomunicación, biotecnología, desarrollo de software. También tiene acuerdos en educación y cultura.

En los 70 se llevaban a cabo diversas negociaciones en el ámbito energético por parte del gobierno Federal, ante lo cual Alberta no podía quedar indiferente, por lo que durante una conferencia del GATT en Tokio, Alberta promocionó directamente los intereses de la provincia enviando sus representantes a Japón y presionando por diálogos respecto al petróleo y gas promoviendo a la vez la inclusión de Canadá en los mercados extranjeros, compensando así lo que Alberta consideraba una ineficiente defensa de sus intereses. A partir de ahí, la provincia promovió delegaciones regionales a diversos foros y abriendo oficinas en lugares estratégicos a sus intereses.

Es importante hacer notar un elemento muy importante que permitió el inicio de la paradiplomacia por parte de Alberta. En 1971 se da el cambio de gobierno y pasan de estar bajo el gobierno del partido Crédito Social, para estar bajo el gobierno del Partido Progresivo Conservador, Peter Lougheed, quién promovió activamente el involucramiento a nivel internacional. En la actualidad siguen con el mismo partido, y desarrollando la visión y el legado de Peter Lougheed en las relaciones internacionales.

En términos de legislación, la división de poderes entre el centro y las provincias estaba determinado por el Acta de Constitución de 1867, pero en realidad ha ido adaptándose a las necesidades del momento. Si bien no hay nada que autorice a Alberta a actuar internacionalmente, tampoco hay nada que se lo prohíba. Quebec fue la primera que dio el paso al desafiar las limitaciones impuestas por el gobierno federal y Alberta fue la segunda, pero a diferencia de Quebec, siempre manifestó que sus actividades solo eran un complemento a la política federal y actuando en armonía con ésta. La posición se sigue manteniendo en la actualidad. Su deseo no es de confrontación, solo buscan proteger sus intereses regionales y tener la capacidad de influir en las políticas energéticas.

Dentro de los retos actuales que enfrenta está el que su principal socio comercial en cuanto a petróleo es Estados Unidos, quién paga su petróleo más bajo que lo que paga a otras fuentes, lo que ha provocado que Alberta busque la diversificación de mercados volteando su mirada al sector agrícola y forestal, lo cual puede limpiar la imagen poco ecológica que actualmente tienen debido a la explotación petrolera y construcción de ductos, y a su rechazo a firmar el tratado de Kyoto, ya que todavía su principal actividad es el petróleo. Después de décadas de promoción en este sector deberá preparar a sus habitantes para esta necesaria diversificación, y prepararse para buscar nuevos acuerdos para un mercado que estaba enfocado principalmente en el sector energético.

Antonieta de Jesús Dueñas OliverosAutorThis email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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