Desde el surgimiento del Estado Mexicano, por cuestiones de cercanía geográfica e inmediatez, se buscó tener relaciones políticas y económicas con los Estados Unidos e incluso se creyó que sería un amigo y aliado natural. La historia probaría la gran equivocación en la que los padres de la patria primero y, después, los jefes de Estado se encontrarían. Lo cierto es que la vecindad significa tener intereses que a veces son semejantes y, la mayor parte de las ocasiones, antagónicos.
En cualquier caso, el hecho es que en el 2020 el principal socio comercial de nuestro país fue Estados Unidos, seguido por China y en tercer lugar la Unión Europea.1 Si hablamos de la inversión extranjera directa (IED) en el mismo año, el resultado es el mismo con Estados Unidos a la cabeza, después España, Canadá y Alemania.2 Esta relación tan estrecha en términos económicos profundiza nuestra dependencia hacia los estadounidenses y la desigualdad en la compleja relación bilateral.
La vecindad de México con Estados Unidos no se puede cambiar, lo que si podemos hacer es buscar el equilibrio a través de nuestra posición geográfica estratégica y la diversificación. Los indicadores dan señales de que esto es posible, a nivel mundial fuimos el décimo quinto país receptor de IED en 20193, el onceavo exportador a nivel global y las exportaciones mexicanas en América Latina representaron el 43.6% del total de la región.4 Por si esto fuera poco, tenemos once tratados de libre comercio con 46 países, lo que otorga facilidades para que los productos mexicanos accedan a mercados internacionales, que en su totalidad significan el 60% del PIB mundial.5
Si en la época de la colonia, España comerciaba con Asia a través de sus dos principales colonias que fueron la Nueva España y Filipinas, ahora contamos con herramientas que facilitan el intercambio económico con todo el orbe. Además de los datos duros arriba presentados, los avances en tecnología y comunicaciones permiten desplazar los productos y servicios de una manera más rápida y eficiente, la interconectividad ayuda a que en cualquier rincón del planeta se conozca el potencial de México.
Lo que se necesita son políticas públicas que promuevan la exportación y apoyo a productores mexicanos de todo tipo. Cabe señalar que no sólo a empresarios mexicanos de gran calibre o productores agrícolas consolidados que ya exportan, sino a los medianos/pequeños productores y artistas -mal llamados artesanos- de una gama infinita de obras en madera, textiles, cuero, metal y cerámica.
También es necesario que desde la Secretaría de Relaciones Exteriores se promuevan los tratados comerciales ya existentes, que de igual manera que se promociona el turismo, se haga con el potencial que tiene este país.
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Notas
1 SRE, Mexico and the European Union. Disponible en: https://globalmx.sre.gob.mx/index.php/es/relaciones-economicas/comercio-bilateral
2 UNCTAD, World Investment Report 2020. Disponible en: https://unctad.org/system/files/official-document/wir2020_en.pdf
3 Ibídem
4 Proyectos México Oportunidades de Inversión. Disponible en: https://www.proyectosmexico.gob.mx/por-que-invertir-en-mexico/economia-solida/potencia-comercial/
5 Ibídem